Ignorancia, aquella palabra a la que el diccionario nos respondería como la ausencia de conocimiento, y sin embargo, no se trata de un concepto aplicado a unas circunstancias concretas, aisladas o si cabe decirlo, pasajeras; sino que se aplica como virtud fundamental de una inmensa mayoría que ni siquiera se le ha antojado negativa sino que, en su defecto, a pasado a objeto de alarde.

Aunque parezca cínico hablamos de alarde de forma literal, la cultura se premia con el desprecio hacia la misma y hacia la persona ya que, la superioridad está absolutamente fundamentada en el miedo, así como también lo está su antónima.

El conocimiento de un mundo limitado invita a aquellos que se sienten propietarios del mismo a cerrarse en un círculo que, de alguna manera, deja fuera todo lo ajeno a él y que incluso lo subestima, ya que no conoce el modo objetivo de ver la realidad; de manera que cree esa soberbia capaz de, incluso, dar una valentía excesiva y causante de conflictos que habitúan a no beneficiar a esta parte que es justamente la que los impulsa.

La frustración está en el inevitable desengaño de ese mundo estereotipado por ese mismo círculo y, es más, en el absoluto fracaso de aquellos que han creído en él hasta el punto de intentar destruir aquellos que eran reales y entraban dentro de un conocimiento medio y un raciocinio básico que lo dejaba en ridículo en todos los ámbitos que pudiesen abarcar.

Y, bueno, esta ignorancia de la que "goza" la mayoría conlleva algo fundamental para algunos, una facilidad de manipulación que no obtendrían si fuera de otra forma. Por eso, se pueden ver los resultados vigentes, de los que es obvio no tienen culpa los que manipulan sino los que se dejan manipular, aunque también hay que tener en cuenta que les es casi imposible salir de esta situación en la que se han visto sumergidos desde su nacimiento.

Nada que decir que pueda acabar con esta situación ya que sería sólo una utopía más como las muchas que suelen prometerles, es sólo la realidad, contrastes que invitan a preguntar por nosotros mismos, ya que puede que sea lo único que esté en nuestras manos.

Sólo vivimos curando heridas abiertas.
Yo sé que un poco te gusto.